Al menos ocho periodistas fueron agredidos por los transportistas, que protestaban en la plaza principal demandando un alza de las tarifas de pasajes.
(ANP/IFEX) – La Asociación Nacional de la Prensa (ANP) expresó el 18 de febrero de 2011 su preocupación por las frecuentes agresiones que sufren los periodistas de Bolivia, especialmente en la céntrica ciudad de Cochabamba, por grupos de manifestantes laborales y choferes del autotransporte protestando contra el alza del costo de vida y demandando el alza de tarifas de transporte.
Un grupo de por lo menos ocho periodistas de los canales Red Uno, ATB y Univalle fueron agredidos con palos y a golpes el 16 de febrero por miembros de la Federación Departamental de Choferes que protestaban en la plaza Principal de Cochabamba, demandando el alza de las tarifas de pasajes. Los manifestantes también intentaron arrebatarles las cámaras filmadoras a los periodistas.
Los manifestantes querían impedir que los periodistas los filmaran cuando tomaron la sede de la Federación de Fabriles de Cochabamba y rompieron sus muebles. Tomaron esta acción en represalia porque un día anterior los trabajadores de la fábrica de zapatos Manaco presuntamente habrían roto los parabrisas de algunos buses de un tramo entre esta ciudad y la provincia de Quillacollo.
El 14 de febrero otros tres periodistas de esa misma ciudad fueron apedreados y golpeados por productores de leche que pedían aumentar el precio de ese producto.
Entre los periodistas y camarógrafos agredidos el 16 de febrero se encuentran Liza Rivera y Víctor Cabezas, de Univalle, Edwar Ayma, Marco Flores, Esther Vargas y Luis Huanca, de Red Uno, y Elio Mamani, de ATB, entre otros. Según relató Rivera, los choferes que exigen incrementar la tarifa de los pasajes en el transporte público, les echaron con agua, les lanzaron petardos e intentaron sacarlos de la sede de los fabriles para que no grabaran imágenes. «Nos salvamos de que nos golpearan porque los policías nos llevaron al Comando de la Policía», comentó a la ANP.
Por su parte, Vargas dijo que cuando ingresaron a la sede de los fabriles, los choferes les arrojaron «con todo lo que pudieron» para ahuyentarlos del lugar y que, al intentar arrebatarle su cámara filmadora a Huanca, rompieron el micrófono del aparato. La periodista contó que los pegaron con un cinturón y que vio que al camarógrafo Flores le hicieron un tajo de doce centímetros en la espalda, aunque no supo precisar qué objeto utilizaron. «Prensa vendida», gritaban los transportistas mientras agredían a los periodistas.
Las agresiones se produjeron en el marco de una ola de protestas que se desató en distintas ciudades de Bolivia contra el alza del costo de vida y que derivó en un paro nacional de trabajadores que se cumplía el 18 de febrero.