Las poderosas figuras políticas de Ucrania que autorizaron el asesinato del reportero de investigación Gyorgy Gongadze en 2000 están eludiendo la acción de la justicia, según un nuevo informe de cuatro organizaciones de periodistas, entre ellas la Federación Internacional de Periodistas (FIP). El informe, publicado en forma conjunta por la FIP, el Sindicato Nacional de […]
Las poderosas figuras políticas de Ucrania que autorizaron el asesinato del reportero de investigación Gyorgy Gongadze en 2000 están eludiendo la acción de la justicia, según un nuevo informe de cuatro organizaciones de periodistas, entre ellas la Federación Internacional de Periodistas (FIP).
El informe, publicado en forma conjunta por la FIP, el Sindicato Nacional de Periodistas de Gran Bretaña e Irlanda, la Fundación Gongadze y el Instituto de Información de Masas, advierte que una investigación en curso del asesinato de Gongadze sigue estando manchada por una grave negligencia. Señala a las autoridades ucranianas, a las que acusa de alejar la investigación de los poderosos autores intelectuales del crimen y limitarse a los autores materiales.
«Las personas que autorizaron el violento asesinato de Gongadze siguen moviéndose en los pasillos del poder en Kiev», dice Aidan White, Secretario General de la FIP.
Poco después de que el cuerpo decapitado de Gongadze fue encontrado en 2000, se dieron a conocer a la prensa las cintas grabadas por un guardaespaldas del expresidente Leonid Kuchma, en las cuales Kuchma y otros ministros habían estado planeando dañar a Gongadze.
La investigación encontró que Gongadze fue muerto por un grupo de funcionarios en activo del ministerio del Interior, algunos de los cuales se espera serán juzgados pronto. Pero el líder del grupo, el General Olexiy Pukach, desapareció. El exministro del Interior Yuri Kravchenko, un testigo clave, murió en circunstancias misteriosas en 2004.
Al mismo tiempo, el fiscal general ucraniano general no examinó los vínculos entre el caso y la operación de escuadrones de la muerte dentro del ministerio del Interior. Tampoco convenció a un tribunal de aceptar las cintas de Kuchma como evidencia.
Lea el informe completo en: http://www.ifj.org/pdfs/gongadze2.pdf