Unas elecciones libres y justas no serán posibles el mes próximo en Pakistán sin medios libres, que no existen debido a la continuación de restricciones de medios impuestas por el presidente Pervez Musharraf, dicen la Pakistan Press Foundation (Fundación Paquistana de Prensa, PPF) y otros miembros de IFEX. «A pesar de que el gobierno informa […]
Unas elecciones libres y justas no serán posibles el mes próximo en Pakistán sin medios libres, que no existen debido a la continuación de restricciones de medios impuestas por el presidente Pervez Musharraf, dicen la Pakistan Press Foundation (Fundación Paquistana de Prensa, PPF) y otros miembros de IFEX.
«A pesar de que el gobierno informa lo contrario, los medios pakistaníes siguen trabajando bajo graves presiones y restricciones desde la imposición del estado de excepción en el país», dice la PPF. «Los medios domeñados en Pakistán no pueden presentar con energía el espectro completo de puntos de vista para permitir a los votantes tomar decisiones informadas durante las elecciones».
Musharraf declaró un estado de excepción el 3 de noviembre que restringió gravemente las libertades de medios en Pakistán. A pesar del levantamiento del estado de emergencia el 15 de diciembre, muchas de esas libertadas no se han restaurado.
Dos ordenanzas que prohíban a los medios difundir y publicar noticias críticas siguen en vigor y podrían llevar a los periodistas a la cárcel por hasta tres años. Ahora se están aplicando para restringir la cobertura justa de la campaña electoral, dice la Federación Internacional de Periodistas (FIP).
Docenas de estaciones de radio y TV privadas que fueron suspendidas el 3 de noviembre sólo pudieron reiniciar transmisiones después de firmar un detallado «código de conducta». GEO News, la estación de noticias por TV más popular del país, se negó a firmar el código y aún no se puede tener acceso a ella en Pakistán. A muchos de los principales locutores de GEO TV se les prohibió difundir noticias.
Mientras tanto, según Reporteros sin Fronteras (RSF), PTV, la única estación de TV de difusión terrena nacional de Pakistán, está directamente controlada por el Gobierno. Su cobertura de las elecciones legislativas ha estado fuertemente prejuiciada en favor de los seguidores de Musharraf.
La FIP, junto con su organización afiliada, el Sindicato Federal de Periodistas de Pakistán (PJUF), está exigiendo la suspensión del organismo regulador de medios de Pakistán. La FIP afirma que la Autoridad Reguladora de Medios Electrónicos de Pakistán (PEMRA) está «haciendo mal uso de su autoridad» y sus funcionarios han sido tendenciosos y han «actuado como policía».
El PFUJ también informa que se han hecho amenazas contra el canal de televisión ROHI, donde se ha ordenado al personal «comportarse» o enfrentarse a las consecuencias. El PFUJ cree que las amenazas están en relación con la cobertura de ROHI del conflicto en el sur de Punjab.
Envalentonadas por la atmósfera hostil contra los medios, las autoridades locales en todo el país comenzaron a tomar represalias contra los periodistas, dice la PPF.
Durante los disturbios que siguieron al asesinato de la ex primer ministro Benazir Bhutto el 28 de diciembre, la policía de la provincia de Sindh, en el sur de Pakistán, presentó cargos penales contra 34 periodista de los que se sospecha tomaron parte en la violencia, informa la PPF. De ellos, 19 trabajan para el diario de Sindh «Kawish» y su canal de televisión afiliado KTN. La policía registró los casos bajo las leyes antiterrorismo y antimotines y allanó y saqueó las casas de los periodistas.
Pero los reporteros dicen que sólo estaban haciendo su trabajo y que fueron atacados debido a sus informes.
No sólo los periodistas nacionales están en riesgo. La semana pasada, se ordenó al periodista independiente Nicholas Schmidle salir de Pakistán, informa el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ). Schmidle había escrito un artículo para la edición del 6 de enero de «The New York Times Magazine» titulado «Talibán de la próxima generación», en el que entrevistó a líderes talibanes de la región caliente de Quetta, en Baluchistan. Su editor dice que no se dio a Schmidle una explicación para su deportación pero que «claramente ésta estaba conectada con sus escritos más que con cualquier cosa que estuviera haciendo».
Según RSF, Pakistán fue el país asiático más peligroso para los medios en 2007. Seis periodistas fueron muertos en bombardeos suicidas o asesinatos por encargo, al menos 30 periodistas fueron lesionados de gravedad y al menos 120 fueron arrestados el año pasado, dice RSF.
Visite estos vínculos:
– PPF: http://www.pakistanpressfoundation.org/default.asp
– FIP: http://www.ifj.org/default.asp?Index=5685&Language=EN
– RSF: http://www.rsf.org/article.php3?id_article=24976
– CPJ: http://tinyurl.com/397djg
– PFUJ: http://www.pfuj.info/
– Red rural de medios de Pakistán: http://online-rmnp.tripod.com
(Foto cortesía de PFUJ)
(15 de enero de 2008)