La escasez de combustible en Venezuela se presenta como una nueva limitación a la labor informativa de los periodistas en medio de la pandemia por coronavirus.
Este reporte especial fue publicado originalmente en ipysvenezuela.org el 19 de agosto de 2020.
- La escasez de combustible en Venezuela se presenta como una nueva limitación a la labor informativa de los periodistas en medio de la pandemia por coronavirus
- Exclusión de los sectores priorizados, discrecionalidad de funcionarios públicos, largas colas de horas y días para acceder a las estaciones de servicio y el mercado negro del combustible son solo algunos de los nuevos impedimentos que deben sortear los trabajadores de la prensa para buscar la información
La gasolina se acaba en Venezuela y con ello aumentan las dificultades que enfrentan los medios de comunicación para ejercer sus labores informativas. Periodistas en todas las regiones del país denunciaron desde antes del inicio de la cuarentena por COVID-19, que la escasez de combustible se ha sumado a la larga lista de limitaciones que ya tenía la prensa en todo el territorio nacional.
Reporteros de Táchira, Mérida, Trujillo, Zulia, Lara, Falcón, Carabobo, Portuguesa, Aragua, Monagas, Bolívar, Delta Amacuro y Nueva Esparta coincidieron en los múltiples problemas que ha traído la escasez de combustible y el control estatal para los medios de comunicación en el país.
Con la aplicación del estado de alarma por la emergencia sanitaria del coronavirus, la administración de Nicolás Maduro ha excluido en casi todas las regiones a los medios de comunicación de los sectores priorizados, a pesar de que el artículo 7 de la Ley Orgánica sobre Estados de Excepción establece que el acceso a la información no puede verse limitado ni en los momentos en que se aplique tal legislación.
La Red de Corresponsales de IPYS Venezuela denunció que, en muchos casos, las autoridades regionales están utilizando la escasez de combustible para ejercer discrecionalidad en el acceso a las estaciones de servicio que hasta hace solo semanas contaban con acceso para todos los ciudadanos que estuvieran dispuestos a pagar los nuevos precios del carburante.
A finales del mes de mayo cinco buques provenientes de Irán trajeron al país combustible incluyendo la aplicación de un nuevo sistema de pago que establecía dos mecanismos, uno subsidiado y con límite de consumo, y otro que posicionaba el costo de la gasolina a tasa internacional.
Esta discrecionalidad por parte de los funcionarios públicos ha beneficiado solo a una pequeña parte de la población. En las regiones donde la prensa es considerada de forma parcial en los sectores priorizados, se están excluyendo los medios que no poseen una línea editorial oficialista, e incluso, las autoridades públicas han chantajeado a medios y a reporteros independientes con no permitirles el acceso a las estaciones de servicio, resguardadas por los cuerpos de seguridad, si no realizan coberturas informativas sobre el trabajo político de los actores oficialistas, tal como pudo constatar esta organización con el apoyo de la red nacional de corresponsales.
Información a tanque vacío
En el estado Lara, los únicos sectores priorizados son los trabajadores de la salud, y “con dificultades”, además de los funcionarios públicos y de seguridad. “Pero no hay un listado. Simplemente es si el militar de guardia los deja pasar o no”, resaltó la corresponsal de IPYS Venezuela en la entidad, Keren Torres. En esa región del occidente del país, en meses anteriores algunos periodistas accedieron a un sistema de tickets que era distribuído por la gobernación para surtirse de combustible, pero los mismos eran entregados a discreción de las autoridades públicas, lo que ocasionó que medios como La Prensa cesaran su distribución y denunciara la discriminación del gobierno regional.
Mientras tanto, la realidad en Portuguesa se ha visto más afectada. De acuerdo con Bianile Rivas, corresponsal de esta organización, en la entidad llanera “esas figuras de priorizados y el pico y placa se las llevó la escasez porque sencillamente, no hay combustible”, afirmó. Durante el mes de mayo el gobernador de la entidad Rafael Calles, informó que la distribución de gasolina, para todo el público se realizaría a través de sorteos que determinarían la asignación de los números terminales de placas de los vehículos por las estaciones de servicio disponibles.
En otras entidades, la práctica superó la teoría. Si bien en algunos estados como Zulia, Falcón y Mérida los medios de comunicación fueron sumados en los sectores priorizados de acuerdo con las declaraciones de los gobernadores y de las Mesas Técnicas del Combustible, en la realidad, los medios de comunicación se han tenido que enfrentar a largas colas o a adquirir combustible en el mercado negro para evitar tener los tanques de sus vehículos vacíos y sin poder realizar las funciones informativas en las entidades.
Las figuras de los “Protectores” en los estados Táchira, Mérida y Nueva Esparta han asumido el control para escoger los medios de comunicación que pueden acceder al suministro de combustible. Periodistas en esta entidades informaron que los trabajadores de la prensa deben pasar antes por la anuencia de Freddy Bernal, protector del Táchira, Jehyson Guzmán, con el mismo título pero en la entidad merideña, y Dante Rivas, encargado del “protectorado” en Nueva Esparta, para comprar gasolina.
En el estado insular, Rivas ha mantenido el control de la sala situacional para la prevención de la COVID-19 y del Estado Mayor de Salud, a través de Corpo Nueva Esparta, organismo creado para la actuación del funcionario en la entidad, que además adquirió las competencias para administrar la distribución del combustible que meses atrás era a través de la solicitud de un salvoconducto para todos los sectores priorizados.
Pero tal mecanismo evolucionó y el lunes 27 de julio se implementó un nuevo sistema de control a través de un código QR que fue aplicado “únicamente para el sector salud, telecomunicaciones y comunicaciones”, como informó Ana Carolina Arias, corresponsal de IPYS en la entidad.
En este nuevo control de acceso, ni los ciudadanos y muchos menos los sectores priorizados fueron informados sobre cuál fue el método aplicado para estar dentro de tal mecanismo, ya que las personas debían buscarse a través de la página www.autorización.Raasne.info e imprimir el comprobante con los datos del trabajador y del vehículo de tales sectores. Arias dijo que “se desconoce cuál fue el criterio para estar registrado allí, porque algunos con salvoconductos no aparecen, otros lograron en las primeras horas generarlo, y después la página más nunca respondió”.
En Delta Amacuro, por el contrario, las decisiones son tomadas de forma exclusiva por Lizeta Hernández, gobernadora de la entidad, quien meses atrás sumó a los medios de comunicación en los grupos beneficiados para acceder a las estaciones de servicio, pero en la actualidad, los reporteros han denunciado que “cuando la gobernadora se molesta por alguna razón” han sido excluidos de los sectores priorizados, dejando en evidencia la discrecionalidad oficial. En el resto de las entidades, tales decisiones son tomadas por los jefes de las Zonas Operativas de Defensa Integral (ZODI).
Acceder a combustible no es garantía
Con la escasez agudizándose cada día, el cupo de litros de gasolina ha disminuido. María Fernanda Rodríguez, periodista en el estado Mérida, señaló que “cuando comenzó la cuarentena daban gasolina una vez por semana. 30 litros a carros pequeños y 50 a camionetas. Ese nivel bajó a 30 litros para todos los vehículos cuando el nuevo mecanismo de pago se concretó en dos niveles, pero desde hace un mes no es todas las semanas”, informó.