Mientras se conducía de su residencia en la aldea de San Lorenzo hacia la emisora en el municipio de Candelaria, Nery Geremias Orellana fue tiroteado por desconocidos.
(C-Libre/IFEX) – Nery Geremias Orellana, de 26 años de edad, director de la radio Joconguera del municipio de Candelaria, departamento de Lempira, murió el 14 de julio, a la 2:00 de la tarde, en el hospital público del Municipio de Sensuntepeque, de la República de El Salvador, como resultado de un impacto de bala en el cráneo.
El cuerpo aun con vida de Orellana fue encontrado a las 9:30 de la mañana sobre la carretera que conduce a la aldea de San Lorenzo. Luego fue llevado a la clínica publica de la localidad donde le dieron los primeros auxilios, pero ante la gravedad de la herirá fue llevado en ambulancia hacia la comunidad de Sensuntepeque.
A las 9:26 de la mañana Orellana se comunicó a Radio Progreso y confirmó su participación en la reunión de radios comunitarias de la zona occidental a realizarse el 15 de julio en la ciudad de La Esperanza, departamento de Intibucá. Minutos más tarde, a las 9:30 de la mañana, mientras se conducía en su motocicleta de su lugar de residencia en la aldea de San Lorenzo hacia la emisora en el municipio de Candelaria, fue tiroteado por desconocidos.
El padre Jose Amilcar Lara, párroco de Candelaria, informó a C-Libre que el comunicador social, como director y administrador de la radio, le había abierto los espacios comunicativos a la iglesia católica para que trasmitiera sus misas, y lo mismo habría hecho con el Frente Amplio de Resistencia Popular (FARP), al darle la oportunidad de divulgar su programa. Asimismo el sacerdote denunció que ante las amenazas de muerte recibidas a su persona y contra el comunicador social Hernán Castro y el señor Manuel Bonilla, actual alcalde de Candelaria, la radio hizo las denuncias respectivas.
La radio Joconguera, a pesar de ser una radio comercial, ha puesto sus espacios informativos al servicio comunitario y es un canal comunicativo que denuncia constantemente las atrocidades que se cometen contra las comunidades de la zona.
Además de director de radio Joconguera, Orellana era corresponsal de Radio Progreso, miembro de la Red Alternativa de Radios Comunitarias, militante del FARP y un ferviente servidor de la iglesia católica de aquella comunidad.