Luego de participar en el acompañamiento de los estudiantes de la UNAH que están siendo criminalizados por protestar, el defensor de derechos humanos Roberto Antonio Gómez, fue asesinado por dos hombres desconocidos en Tegucigalpa.
Este artículo fue publicado originalmente en clibrehonduras.com el 24 de junio de 2017.
Luego de participar en el acompañamiento de los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) que están siendo criminalizados por protestar, Roberto Antonio Gómez, fue asesinado por dos hombres desconocidos a la colonia Brisas del Valle de Tegucigalpa.
El hecho criminal que terminó con la vida del defensor de derechos humanos y padre de uno de los estudiantes criminalizados, ocurrió cuando bajaba por unas gradas cerca de su casa de habitación, cuando este se dirigía a trabajar.
Durante el acompañamiento a los estudiantes, Gómez participó en diferentes reuniones con organizaciones defensoras de los derechos humanos, que dan acompañamiento a los estudiantes criminalizados por las autoridades universitarias.
Durante el desarrollo de la Audiencia Inicial en los juzgados de lo penal del departamento de Francisco Morazán contra los 20 estudiantes de la UNAH, Gómez fue entrevistado por diferentes medios de comunicación en los que defendió los derechos de los estudiantes.
En una fotografía tomada frente a los juzgados se puede ver a la víctima portando una pancarta, en la que se podía leer, «Quiero que mis hijos tengan una educación pública de calidad, sin represión ni autoritarismos».
En declaraciones al Canal de Televisión HCH, Gómez manifestó, que «estamos en contra de este atropello que está haciendo la Universidad tratando de quitarle los derechos a los estudiantes y queremos que esto se solucione de la mejor manera que es el dialogo».
El artículo cuatro de la Convención Americana de Derechos Humanos, establece que toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente».
El artículo 13 señala de forma clara que «toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección».