El periodista Adolfo Hernández aseguró que su programa televisivo "No se Deje" que se transmite por Telered 21, fue sacado del aire por la influencia de políticos corruptos a quienes denunció por realizar millonarios negocios con el Estado.
El periodista Adolfo Hernández aseguró que su programa televisivo «No se Deje» que se transmite desde hace seis años por Telered 21, fue sacado del aire por la influencia de políticos corruptos a quienes denunció por realizar millonarios negocios con el Estado.
Según el periodista, la gerencia general del canal Telered 21, ahora propiedad de la empresa trasnacional Alba Visión de capital mexicano, ordenó, de manera arbitraria, a los técnicos del estudio televisivo no sacar al aire su programa informativo que se transmitía de lunes a viernes de 6:00 a 8:00 de la mañana.
«Llegué como todos los días a realizar la transmisión de «No Se Deje», pero uno de los camarógrafos me dijo que tenían órdenes de no encender cámaras para mi programa ya que estaba suspendido, esto me lo dijeron a escasos minutos de iniciar la programación», dijo a C-Libre el periodista.
Hernández vincula el cierre de su espacio informativo a la visita que el señor Marco Tulio Gutiérrez, le hiciera a los ejecutivos Oscar Jaramillo y Juan Carlos Lange. Gutiérrez fue designado presidencial en el gobierno de Ricardo Maduro, es propietario de la empresa farmacéutica ASTROPHARMA y padre de la actual presidenta del Congreso Nacional, Lenna Karina Gutiérrez, quien también es socia de la empresa.
«Yo me enteré que la visita no fue de cortesía sino que todo lo contrario, el empresario nacionalista les exigió el cierre de mi programa, pues en éste denuncio constantemente la influencia de estos políticos corruptos que hacen negocios con la salud del pueblo en la compra, almacenamiento y distribución de las medicinas», especificó Hernández.
El comunicador agregó que en los últimos días ha sido víctima de amenazas a muerte, situación que jamás habría vivido en su trayectoria periodística de más de 30 años y que lamenta que sea precisamente durante un gobierno de su misma afinidad política en donde se le violente el derecho a informar libremente y sin ninguna condición o imposición.